Eduquemos desde la casa.

Por Danny Taveras Rovira - Especial para Sur Expreso

Danny Taveras Rovira

El uxoricidio (del latín uxor, “esposa” y –cida –del latín caedere, “matar”-) consiste en el homicidio o asesinato de la cónyuge por parte del marido, es una desgracia que lamentablemente, comienza en casa.

 

He visto anuncios, marchas, propuestas de toda índole, tratando de cooperar en parar esta
lamentable y vergonzosa situación, pero como dije en una publicación anterior, penosamente, el machismo comienza en casa y en el 95.0 % de los casos es enseñado por omisión, por las madres.  

 

Me explico. Cuando en la casa hay varones y hembras, regularmente y casi militantemente, se les inculca a las hembras el fregar, lavar, trapear, arreglar camas a sus hermanos, entre otras cosas. Se usan a las hembras para mandados y labores “para hembras”, otros menesteres que los varones también pueden hacer, sin embargo, no lo hacen, pues la madre les dice que las hembras son para esas actividades de casa.

 

Esto va creando en el niño y adolescente un delirio de grandeza como macho de la casa y se piensa superior a su hermana o hermanas y, llegado el tiempo de buscarse pareja,  tiene la idea de que la mujer es una esclava moderna que debe servirle, atenderle, hacerle los mandados, calentarle el agua de baño, hacerle café, etc., y cuando sus apetencias caseras y/o sexuales no son atendidas entonces recurre a la violencia que, generalmente, comienza con malas miradas, luego insultos, más luego, alguna que otra bofetada y más tarde el uxoricidio.

 

Empecemos a educar a nuestros hijos. ¡AHÍ ESTÁ EL DETALLE! Como diría el ya fallecido y extraordinario comediante mexicano, Mario Moreno, Cantinflas. El Politico.