Minera norteamericana Belfond Enterprise divide a los barahoneros. Los más, la rechazan, otros la apoyan.
Ramón A. López Ynoa - Barahona, RD
La Coalición
Enriquillo y varias instituciones barahoneras como las Sociedades Ecológicas de
Barahona (SOEBA), de Cabral (SEC), Alianza Estratégica de Barahona (AEB),
Unidad Ambiental del Recinto UASD Barahona, Fundación Cultural Los Buenos
Amigos y el Centro de Educación y Asistencia Jurídica (CEAJURI) entre otras, realizaron
una marcha recientemente con la que expresaron
su oposición a que se continúe explotando la piedra caliza en la Sierra del
Bahoruco Oriental, específicamente, en Las Filipinas, por los graves daños que les
están ocasionando al bosque húmedo
existente y a la gruesa capa vegetal que le acompaña, para el derribo de la
montaña hasta agotar el caliche.
La Coalición
explica que, con dicha operación, las cuencas altas de ríos y arroyos serán destruidas,
con impactos previsibles e inconmensurables, pues la biodiversidad de la zona
desaparecerá y el ciclo hidrológico de las aguas se modificará, al cortarse el
proceso de choque, ascenso y condensación de las húmedas y calientes brisas
provenientes del Mar Caribe, que luego se convierten en lluvia.
Indicaron que los daños al medio ambiente, la salud, la paz social y la economía de Barahona son mayores que los supuestos beneficios que generaría la transnacional y en un encuentro con el señor Presidente de la República le solicitaron la paralización inmediata de la explotación minera en el Bahoruco Oriental, la revocación de todas las concesiones otorgadas hasta el momento y la prohibición de toda nueva concesión en todo su territorio.
El desafío
“si no se van, los sacamos”.
La
contraparte
Los belfond-enterpriseristas
que apoyan en Barahona las operaciones de esta minera de capital norteamericano
realizaron otra marcha como respuesta a la de los ambientalistas, calificada
por algunos de inusual por entenderse que es la primera vez, que se
recuerde, que un pueblo marcha a favor de una empresa minera que depreda, en
nuestro caso, la Sierra del Bahoruco y pone en peligro las aguas de numerosos
ríos que se producen en esa área.
La principal razón que exponen
los defensores de la explotación de las riquezas del suelo barahonero es que la
minera norteamericana aporta al desarrollo económico, social y de empleo en la
provincia, pero, no explican en qué consiste ese desarrollo, aunque es fácil
colegir por las organizaciones que apoyaron la actividad.
Entre las instituciones
organizadoras de la marcha se encuentran el Consorcio Azucarero Central (CAC) y empleados de la minera lo
que permite afirmar que éstas no representan los genuinos intereses de los
barahoneros, la primera porque es una empresa extranjera igual que la minera, y
la segunda porque es la misma minera que, en un acto de selfie-complacencia,
financia la actividad.
Las demás organizaciones
ofrecieron su apoyo debido a los beneficios directos que reciben de la
transnacional. Estas fueron: Sindicatos de Camioneros de
Barahona, Asociación de Equipos Pesados y Volquetas de Barahona,
Sindicato de Trabajadores
Portuarios, Asociación de Larimar, y las asociaciones campesinas de Santa Elena, Mundito y Las Filipinas, Asociación de
Comerciantes de Barahona.
De ahí se puede advertir que el concepto de desarrollo de los
organizadores consiste en la transportación de materiales, en la compra de
insumos ferreteros y en la utilización de mano de obra campesina.
Los organizadores de la actividad advirtieron que a
partir de ahora estarán en las calles enfrentando a quienes tratan de impedir que
la empresa Belfond Enterprise continúe con sus operaciones en la región al
tiempo de acusaron de falsos” ambientalistas, a los se “oponen al desarrollo de
esta provincia”, tras recordar que de igual manera pusieron resistencia a la
instalación de una cementera en la zona de Canoa.
El desafío
“A partir de ahora estaremos en las calles enfrentando
a quienes tratan de impedir que la empresa Belfond Enterprise continúe con sus
operaciones en la región”.
Un Punto
Apostamos por el desarrollo sostenible de Barahona y de
la región, y la explotación de la minera Belfond Enterprise en la Sierra del
Bahoruco Oriental es atentatoria a ese desarrollo trayendo, en consecuencia, la
desolación, la agudización de la desertificación de la región, la desaparición
de más de veinte ríos y arroyos, decenas de caudales y corrientes subterráneas,
el impacto negativo sobre la biodiversidad marina y terrestre, en definitiva,
la pérdida de nuestros suelos.
En las comunidades donde han operado las
transnacionales no han aportado nada al desarrollo de las comunidades donde han
operado, y si 40 empleos que dice la minera creará en setenta y cinco años es
desarrollo que venga Dios y me lo diga, y si los casi US$200 millones de
beneficios que recibirá la empresa en relación con los US$20 millones de
inversión inicial es desarrollo sostenible que venga toda la divinidad y me lo
diga, y ni aún así he de creer.
Suscribo el planteamiento de Leonardo Mercedes en su
artículo “Espejitos por oro” (mayo, 2021) de que se tiene que lograr, antes de
que la destrucción sea mayor e irreversible, la paralización de las operaciones
de la minera, la explotación en el Bahoruco Oriental y la exportación de
caliche y agregados a granel por el puerto de la ciudad.
Pero eso no lo entienden los que piensan que
transportar y enajenar nuestras riquezas es desarrollo.
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