Will, un hombre sin brazos y piernas, y Méndez, un propulsor de cambios.
Por: Ramón
Alberto López Ynoa - Presentado en septiembre
de 2020
El cortometraje The Butterfly
Circus es simbólico en todas sus partes, desde el título mismo: “El circo de la
mariposa”, el escenario de los circos y la metáfora de la mariposa. El
simbolismo está presente en los ambientes de ambos circos, de los personajes y
de las expresiones orales y gestuales o corporales de todos los actores. El
filme, guion de Joshua Weigel y Weigel Rebeca y dirigido
por el mismo Joshua Weige logró concentrar en escasos 22: 21 minutos la
intensidad de una trama en la que se contrasta los vértices opuestos de una
sociedad que explota y fomenta las condiciones de desventajas de una persona
para beneficios pecuniarios, primer circo, y por el otro, están aquellas
personas que, a partir de esas mismas condiciones, induce al individuo a su
propia superación y/o transformación como es el caso del segundo circo.
En el primer circo se fomenta que
el individuo acepte sus condiciones de inferioridad y lo induce a que piense en
su propia ignorancia, mientras que en el segundo se le induce a pensar que es
posible superar sus condiciones adversas y encontrar su sitial, y su papel, en
la sociedad de manera digna.
Sobre los valores que se promueven en un circo y en el otro
se podrían escribir muchas cuartillas, pero nos limitaremos a algunos de los
valores más sobresalientes en ambos circos. Veamos:
Primer
circo. Promueve la instrumentalización del individuo a partir de
su condición física y lo induce a aceptar una supuesta inferioridad de la cual
no puede salir. Más que valores,
podríamos decir que en este circo lo que se promueve son antivalores ya que
producen un tipo de comportamiento que aliena y enajena al individuo.
Entre éstos, citamos: auto conmiseración, baja autoestima,
resignación a la condición de inferioridad, irrespeto absoluto, el orgullo, el
individualismo, desprecio hacia las personas por su condición, la ignorancia,
entre otros.
Segundo
circo. El circo en el que las personas no son vistas como un fin
en sí mismas y en el que cada una tiene un papel que jugar para el éxito del
colectivo. Los impedimentos físicos no son obstáculos para que cada quien se
encuentre a sí mismo y encuentre su rol en la vida. Entre los valores que se
fomenta en este circo podemos citar:
La anti-resignación a nuestra condición actual, dignidad,
la comprensión, la paciencia, solidaridad, el esfuerzo como manera de llegar a
la meta, la tolerancia, la superación como meta de vida, la humildad, alta
autoestima, entre otros.
¿Qué
pasa cuando alguien nos valora?
Ocurre el tránsito de nuestra
actual condición a una más avanzada en la espiral de nuestras aspiraciones.
Fortalece la autoestima, convenciendo al individuo de que es capaz de lograr lo
que quiera: “Mientras mayor es la lucha, más glorioso es el triunfo”, le dice
Méndez a Will.
Varias
son las frases que en el cortometraje que indican la valoración que se le daba
a Will y que procuraban motivarlo hacia el cambio, y que finalmente, se
produjo. Entre ellas mencionamos:
1. Eres
magnífico
2. No
seas tan obtuso de ver la belleza que puede venir de las cenizas
En suma, cuando alguien nos
valora adquirimos conciencia de que somos uno más del colectivo, no la
excepción por nuestra condición, y eso nos lleva a procurar con ahínco realizar
con dignidad nuestra función en la sociedad.
No hay
mejor extrapolación de la metáfora de la Mariposa que la educación inclusiva,
aquella que procura una educación de calidad en la que los alumnos,
independientemente de sus características particulares, alcancen el máximo
nivel de desarrollo en el aprendizaje y la participación escolar. Ésta favorece
a todos los estudiantes por igual en su diversidad, los incorpora en un
ambiente de igualdad y respeto.
Yéndonos
un poco más allá del docente, como unidad de la acción educativa, el mismo
sistema educativo, el centro escolar, la universidad, pueden asumir el papel de
Méndez, dueño y director del segundo circo, el de la Mariposa, y
proporcionarles a los estudiantes con condiciones especiales, la oportunidad de
que desarrollen el potencial que llevan dentro.
En el
caso del cortometraje, Will, un hombre sin brazos y piernas, representaría a
los estudiantes discapacitados o disfuncionales, o con condiciones especiales,
en su diversidad, en el que Méndez, dueño del Circo de la Mariposa, lo
incorpora al grupo en un ambiente de igualdad y respeto, representando, en
efecto, al docente de hoy, un propulsor de cambios, para quien lo importante no
son las condiciones físicas del estudiante, si no sus potencialidades, su
personalidad.
Dicho en una palabra la
producción se podría definir en la expresión: Transformación
Le invito a ver el cortometraje
No hay comentarios:
Publicar un comentario