Hay cosas que
se tardan años en conseguir, incluso décadas. Por ejemplo, una buena imagen de
marca. Sin embargo, hay imprevistos que en cuestión de segundos pueden
perjudicar el trabajo realizado. Algo así le ocurrió este lunes a Coca-Cola, uno de los patrocinadores
principales de la Eurocopa de fútbol que se
disputa estas semanas. Apenas 20 segundos, los que transcurrieron entre la
entrada de Cristiano Ronaldo a la sala de prensa y el gesto contrario del
futbolista, que dañan la reputación de la compañía y que podría ser responsable
de una pérdida de capitalización bursátil de 3.967 millones de dólares (3.272
millones de euros).
La escena fue la siguiente: el jugador luso se sienta, mirando de reojo las dos botellas. Se acerca a la mesa, se echa hacia atrás en la silla como cogiendo impulso y entonces se decide. Coge los dos refrescos con cierto desdén y los retira de primer plano. A continuación, muestra una botella de agua (sin etiqueta, es decir, sin marca) y remata: “Agua, no Coca-Cola...”. Puede parecer algo anecdótico, pero su impacto es notable.
Esto ocurrió la tarde del
pasado lunes en Budapest, casi coincidiendo con la apertura de la sesión en
Wall Street, donde cotiza la compañía. El vídeo no se viralizó hasta horas
después, aunque el fuerte retroceso y la fluctuación se produjo desde el
inicio, por lo que podrían interferir otros factores —por ejemplo, este lunes
era la fecha marcada para los accionistas con derecho a recibir el dividendo,
que se pagará el 1 de julio—. El Dow Jones perdió en la jornada un 0,25%, en
rojo también, aunque con menor intensidad.
Sea como fuere, Coca-Cola pasó de tener un valor similar al de cierre del viernes (56,16 dólares por acción) a caer hasta los 55,24 dólares, un retroceso del 1,6%. A final de la jornada la firma remontó algo el vuelo y cerró el día con un valor de 55,55 dólares. Aunque este martes ha vuelto a una tendencia bajista y a dos horas del cierre cotizaba a 55,35 dólares. Así, pasa de tener un valor bursátil de 242.144 millones de dólares el viernes a 238.651 millones este martes.
En el
caso de Cristiano Ronaldo llueve sobre mojado, ya que no es la primera vez que
el futbolista hace un comentario en público contra la bebida. Ya hizo otro
similar en una entrevista cuando hablaba de la dieta sana y saludable que deben
llevar los niños, sin consumir productos azucarados o ricos en grasas. “Soy
duro con mi hijo. En ocasiones bebe Coca-Cola y Fanta, y come patatas fritas.
Él sabe que no me gusta”, afirmó entonces. Sin embargo, en esta ocasión el
golpe para la compañía ha sido más notorio. Y lo que era una inversión en
publicidad durante el torneo se ha vuelto en su contra.
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